Esta obra escrita por Tatsuya Matsuki y
dibujada por Shiro Usazaki, comenzó su andadura en 2018
en las páginas de la emblemática revista Shonen Jump. La edición
española es en el habitual formato tankoubon.
Dentro del enorme abanico temático que suelen tener los
mangas incluso dentro del shonen, la novedad de Act-Age
es que no lo protagonizan grandes guerreros antiguos o
cyborgs venidos del futuro, sino que retrata el mundo
del cine y la televisión de una manera idealista, pero
realista a la vez, no sin su buena dosis de sorpresas.
Al margen de las particularidades temáticas y estéticas
propias de su campo, este manga a su vez reinventa los
tópicos típicos del shonen, como los rivales, el
entrenamiento para mejorar o los arcos argumentales
cerrados que van formando el todo.
La protagonista, Kei Yonagi, es una estudiante más pobre
que una rata, que tiene a cargo a Rui y a Rei, sus dos
hermanos pequeños (su padre los abandonó y su madre
falleció) y que acaba de volver a quedarse en paro. Por
ello, se apunta a una audición donde explotará su gran
don: ser actriz de método. El problema es que se sumerge
tanto en su rol, a través de sus recuerdos, que la línea
entre ficción y realidad se empieza a diluir, lo que
asusta a los productores. Sin embargo, su talento llama
la atención del excéntrico directo Sumiji Juroyama, que
está dispuesto a asumir los riesgos de explotar su
talento. Así empieza una complicada, pero fructífera
colaboración que llevará a Kei tras bambalinas
descubriendo las muchas caras del mundo de la actuación. |