Pepe Artigas

Apología de un pingüino

Bueno, bueno… veo que se ha estado hablando de mi mientras no estaba. Joder, una resaca de una semana no es fácil de olvidar…
Yo no entiendo, me monto una pequeña fiesta con unos amigos y la que se lía. ¿Que yo he roto el server? Qué va, serán los tarados que trabajan en Ivrea que me usan como chivo expiatorio.
Total, todo el mundo celebra carnaval ¿no? Yo solo empecé una semana y pico antes. Yo no sé de qué se quejan, si tampoco es que trabajen mucho…
En fin, si alguien estuvo en la fiesta y recuerda qué pasó después de las 4 con la cabra y el sofá donde se echan las siestas esta gente, por favor que me refresque la memoria.
Me voy a por un cubata, que me acabo de levantar…

Pinguinos…

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La semana pasada al entrar en la oficina nos encontramos con la imagen que véis aquí arriba.
Pepe había estado de fiesta en la oficina y se había cargado el blog. En un ataque de celos nos destrozó el server.
No tenemos muy claro quien más había en esa fiesta, pero había ropa interior de todos los colores y tamaños desperdigados por todas partes… Botellas vacías se escondían en cada rincón, y aún hoy encontramos chapas de cerveza por todas partes.
No hemos conseguido sacarle una disculpa (ni la llave) a Pepe. Ni tan siquiera hemos conseguido saber quién más hubo en la fiesta, la verdad es que este pingüino no suelta prenda…
En fin, gracias a nuestros expertos técnicos ya volvemos a estar aquí, y hemos comprado un bonito pastor alemán a quien estamos entrenando para comer pingüinos. Vivirá en la oficina.