Mundo Bizarro

George Reiger es mundialmente conocido como el fan número uno del enorme Mundo Disney. A lo largo de los varios años que tiene, ha gastado una verdadera fortuna en su pasión: desde constantes viajes al reconocido parque temático, hasta redecorar su casa como tributo a Walt y sus creaciones. Pero quizás la forma más “visible” de su amor por Disney sean todos los tatuajes que cubren su cuerpo, con diseños –claro está- basados en personajes, películas, lugares de la firma en cuestión. Tiene cerca de 1600 personajes estampados en su piel, de los cuales 119 son sólo de Mickey, en diferentes formatos. Pero no todo es para siempre. Así, el tipo que lleva más de 15 años dibujándose cosas en la piel se enamoró. Y como a ella parece no gustarle nada su curiosa pasión, George decidió borrarse todo. Con más del 80% de su cuerpo tapado por Patos y ratones, la tarea será complicada y dolorosa. Pero está dispuesto. Y, ni lerdo ni perezoso, de paso va a rematar su enorme colección por 50 mil dólares. ¿Qué tul? Decí que a esta altura de la vida mucho afecto a Disney no le tengo, pero si me venís con diseños del Eternauta, o de Sandman, por ahí hasta no me jode tanto xD

Los japoneses tienen un talento para estas cosas, así que tampoco es que sea algo tan novedoso, pero muy sorprendidos quedaron los visitantes de una exposición en Tokio, al ver los movimientos precisos del androide HRP-4C, con forma de mujer, creado por el Instituto Nacional de Tecnología y Ciencia Industrial Avanzada. Mide 1.58, pesa 43 Kg, medidas tomadas de las proporciones estandar de una mujer japonesa. La imitación es tan precisa que hasta simula la respiración de una persona al cantar. Eso sí, da la impresión de que si te pone una mano de ésas, no la contás… :P

Por cierto, esta robota utiliza el tan célebre software Vocaloid para sus canciones. En este video queda más que evidente.

Por cierto, investigando para esto de pura casualidad llegué a ver un video paródico a cierta famosa película con escenas de este video intercaladas, que luego no pude volver a hallar. Si alguien se copa y tira el link, nos reiremos un rato todos :)

Y no pudo con los celos, nomás. Rajini Narayan, una mujer australiana de 46 años, sospechaba desde hacía tiempo que su marido la engañaba. Así que decidió que la falta de moral de su pareja debía ser solucionada. ¿Cómo? Bueno, ¿no dicen que el fuego es sagrado y eso? Así que le roció el pito con licor y lo prendió fuego para “purificarlo”. Pero el fuego no sólo se extendió por el miembro viril del pobre tipo, sino que terminó destruyendo toda la casa. El hombre, llamado Satish Narayan, terminó en el hospital y falleció algunos días después por las graves quemaduras. La mujer, en el juicio que se le sigue por la muerte de su marido, se declaró inocente, pero admitió tranquila que sí lo quemó para “purificar su pene”. Y agregó: “Él era mi héroe, el hombre de mi vida, el amor de vida (…) Iba a purificarle el pene, dejarle una marca que siempre se quedara conmigo, para que siempre fuera mío. Soy una mujer muy celosa, su pene me pertenece. Sólo quise quemarle el pene para que fuera mío y de nadie más”. Ya saben, tengan cuidado con lo que hacen y por dónde lo ponen, chicos.

La creciente presencia del tema vampírico en la cultura juvenil va tomando terrenos insospechados. Basta con mirar a nuestro alrededor para verlos en cuanta serie, película o libro sale a la venta para los jóvenes, desvirtuados hasta el extremo. Tal es así que en la ciudad de Phoenix, Arizona, dos jóvenes de 24 y 21 años fueron detenidos por atacar a un hombre que se negó a darles de beber su sangre. Así al menos lo informó el diario Daily Mail en su web. Según cuenta el medio, Robert Mayley se burló de las particulares costumbres de los jovenzuelos, llamados Aaron Homer y Amanda Williamson, y se negó rotundamente a servirles de dispenser. Así que la pareja decidió darle una puñalada, para facilitar la salida de la bebida. El ataque se produjo en el propio departamento de los “vampiros”, donde muchas veces se quedaba a dormir Mayley, un “sin techo” al que Aaron y Amanda le daban a veces una ayudita. La víctima reconoció haberles proporcionado sangre en el pasado, así que era una práctica habitual a cambio del hospedaje. La policía llegó por un aviso que les llegó de unos bomberos que combatían un incendio cerca y escucharon los alaridos. Aaron intentó esconder un poco la realidad, pero al final tuvo que asumir que lo atacaron porque el tipo se burlaba de ellos. Gustos son gustos, no?

Para el bolsillo del caballero y la cartera de la dama. Lo que siempre quiso tener, ese aroma maravilloso que emana de una….vagina. Sí, señores y señoras. Se vende “aroma vaginal original” en frasquito. Es la nueva “Vulva original”. Desde su página web oficial, sus creadores sostienen: “El erótico aroma vaginal de una mujer deseable. Vulva original no es un perfume, es el fascinante aroma íntimo femenino como sustancia pura olorosa que satisface el propio placer olfativo….sólo aplique unas cantidades mínimas de la codiciada sustancia ligeramente amarillenta en el dorso de la mano y el olor irrresistible y desbordante de una vagina aumentará inmediatamente sus fantasías eróticas”. También aclara que lograron esta perfección luego de “complicados experimentos”, cuyos detalles prefiero no saber por mi propia salud física y mental, y “de un proceso de conservación especialmente desarrollado”, ya me veo a mis compañeras encerradas en una heladera.

Y ahora, el video publicitario oficial de la compañía.

Otro idiota de 29 años. Anthony Parker fue condenado a 9 semanas de prisión por meter a su hamster en el microondas. Tampoco podrá tener mascotas durante 5 años. Parece que, luego de una noche de joda y borrachera con su novia, decidió que podía continuar la fiestita haciendo sufrir a la pobre mascota. Así que la metió en el horno hasta que murió, por sobrecalentamiento del cerebro. De alguna forma la policía se enteró, hicieron “pesquisas” y determinaron la culpabilidad del idiota asesino, al que no le quedó otra que reconocer su culpabilidad. Se intentó defender alegando que la quería mucho, y que incluso le había puesto “Suzie”. Tanto amor, que terminó cocinada.