El 24 de agosto de 2010, a la edad de 46 años, falleció el director, escritor, guionista, editor y artista Satoshi Kon, afectado por un cáncer de páncreas. Mi primera reacción ante la noticia fue de profunda conmoción. Claro que pensé, como muchos de ustedes, en hacerle un post homenaje. Pero inicialmente me hizo algo de ruido, sobre todo porque me resulta bastante molesta la tendencia que se suele generar cuando muere algún autor, director o artista conocido: de pronto están todos sus libros/películas/loquesea a la venta, y nace un repentino y oportunista interés por su obra. Sin embargo, en el caso de Satoshi Kon, muchos conocemos su trabajo, admiramos honestamente su original estilo y lamentamos su prematura muerte. Así que vaya este post homenaje, lo más exhaustivo que pude, a un grande: para que aquellos que aún no vieron nada suyo, le den una merecida oportunidad.
Satoshi Kon nació el 12 de Octubre de 1963 en Kushiro, Hokkaido. Estudió en Musashino College of the Arts. Sus inicios laborales están ligados a otro gran artista japonés: Katsuhiro Otomo (mangaka, director y guionista, autor de la emblemática Akira, entre muchas otras) quien se convirtió en su maestro y fuente de inspiración. Con Otomo trabajó inicialmente tanto en el film como en la versión manga de World Apartment Horror, una retorcida historia de terror paranoide sobre un yakuza que intenta desalojar a un grupo de inmigrantes ilegales de un edificio. Posteriormente, Kon ingresaría al mundo del anime de la mano de Roujin Z, donde Otomo era el guionista y diseñador de mechas, y en la que Kon se hizo cargo del diseño artístico. El delirante film era sobre un grupo de científicos que creaban un robot tipo cama de hospital para satisfacer todas las necesidades de su paciente, cuyo primer conejito de indias es un pobre viejo moribundo. También participaría de Memories, un trabajo de animación que comprendía tres cortos basados en guiones de Otomo, donde Kon quedaría a cargo de uno de ellos: Magnetic Rose. Memories fue comercializada en Argentina por LK-Tel bajo el nombre “Recuerdos Peligrosos” y también emitida -bajo su nombre original- por Cinemax, I.Sat y Cartoon Network.
Pero su gran debut independiente y propio llegaría en 1997 con el film Perfect Blue, pensado originalmente como OVA. Cabe aclarar que todos sus trabajos serían producidos por la gente de Madhouse. Volviendo a su primer trabajo en solitario, este thriller psicológico transcurre alrededor del complicado mundo de las idols japonesas y se centra en una chica, cantante principal de un grupo, que logra subir al estrellato como estrella pop, pero que se ve rodeada por una serie de acontecimientos que cambian su percepción y van deformando su mirada. Paranoide film donde Kon empieza a mostrar su predilección y talento por mezclar realidad y fantasía. Misma estrategia siguió en su siguiente película, Millenium Actress, estrenada en 2001: un grupo de periodistas deciden filmar un documental sobre una actriz ya retirada, de edad avanzada, para que les cuente sobre su vida, su historia y sus recuerdos de juventud. Empiezan a entremezclarse los planos, y los interlocutores se ven trasladados al propio relato de la anciana. Humor, fantasía y un repaso sobre la historia del siglo XX llenan este delicioso film.
Pero eso sería sólo el principio: la gran repercusión internacional le llegaría con el film Tokyo Godfathers (2003), donde se aleja del thriller psicológico intrincado. Tres vagabundos encuentran a una bebé abandonada en un tacho de basura, justa la noche de Navidad. Mientras intentan encontrar a sus padres se irán descubriendo sus propias historias de vida. En Argentina fue comercializada en DVD por LK-Tel y emitida por Telefé, Animax, Cinemax, I.Sat y Cartoon Network. Su incursión televisiva más representativa, y la única, es Paranoia Agent, de 13 episodios. El propio Kon reconoció que varias de las historias que llenan la serie fueron ideadas, y descartadas, durante sus trabajos anteriores. Como no iban encajando con lo que hacía, decidió compilarlas en una serie. La genial Paranoia Agent arranca con un grupo de policías que investigan extraños casos de agresión física a personas, con algo en común: las víctimas dicen haber sido golpeadas por un chico en patines que lleva un bate de beisbol. Cada nuevo caso va aportando pistas para reconstruir el rompecabezas, pero por supuesto que nada es lo que parece, las realidades y los tiempos se mezclan, y la serie toma un rumbo complejo y absolutamente atrapante.
En 2006 llegaría Paprika, confusa y compleja película si las hay. Basada en la novela homónima de Yasutaka TsuTsui, se ubica en un futuro cercano donde la psiquiatra Atsuko Chiba creó un dispositivo que permite acceder a los sueños de las personas y explorar sus inconcientes, donde ella utiliza el apodo Paprika. Pero uno de los prototipos es robado por un grupo de gente que lo utiliza para invadir y destruir conciencias. También fue emitida por Cinemax y llegó en DVD a través de LK-Tel.
Algunos años más tarde se involucraría con el proyecto Ani*kuri 15, una serie de cortos de un minuto que servían de separadores para los distintos segmentos del programa del mismo nombre. Este proyecto tuvo como protagonistas a varios directores de renombre como Shoji Kawamoru (Macross) y Mamoru Oshii (Ghost in the Shell). El que le tocó a Kon se llamó Good Morning, con la estampa del director. Justo antes de morir, Kon estaba realizando su más reciente trabajo, la película Dream Machine (Yume-miru Kikai), una especie de “road movie” protagonizada exclusivamente por robots, que combina ciencia ficción, aventura y fantasía, con los elementos clásicos del cine de Kon, pero que parece que estará destinada para un público más joven del habitual. Consciente de que difícilmente llegaría a finalizar la película, Kon le explicó la situación a la gente de Madhouse y ésta le confirmó antes de su fallecimiento que su equipo de trabajo terminará su obra, respetando sus ideas y estilos.
Sí, es un repaso rápido y muy por arriba, pero la idea es que sirva para recordarlo, para que quienes nunca vieron nada suyo aprovechen la oportunidad, y para que su ausencia no nos pase rápida y desapercibida. Consciente hace tiempo de su enfermedad, terminal e inevitable, dejó un mensaje para sus fans, que es posible encontrar en internet. Los dejo con su saludo: “Con mi corazón lleno de gratitud por todo lo bueno del mundo, dejo mi pluma. Ahora si me disculpan, me tengo que ir”.